400 años de amistad entre México y Japón
Num.2
” Uno de los 26 mártires, en Nagasaki, fue mexicano“
Por Tokiyo Tanaka
En el número anterior, mencioné que el primer encuentro entre México y Japón inició por la llegada de un barco naufrago a Japón que había abordado Don Rodrigo de Vivero, gobernador de México. Sin embargo, 12 años antes de este encuentro, en el año 1597 hubo un acontecimiento desfavorable: San Felipe de Jesús fue crucificado en Nagasaki.
Él era un sacerdote franciscano.
En camino de regreso de Manila a Acapulco, su barco se refugió en Japón, en donde iniciaba la ley de la expulsión cristiana por el gobernante Hideyoshi. Entre 26 mártires, hubo 20 japoneses, 4 españoles, un portugués y un mexicano San Felipe de Jesús. Esta crucifixión fue la primera en la historia de Japón.
Entre ellos hubo un niño japonés de 12 años con nombre cristiano Rudobigo. La autoridad de Nagasaki intentó perdonar su vida en cambio de renunciar a la religión cristiana. Pero este niño lo rechazó rotundamente, diciendo que no tiene sentido intercambiar esta vida corta por la vida eterna.
El resto de estos mártires se enviaron a todo el mundo como el primer objeto sagrado de Japón, después de dejarlos crucificados cerca de un mes. Al parecer, el resto de San Felipe de Jesús descansa en la Parroquia de San Felipe de Jesús en Guanajuato.
Aproximadamente 300 años después, en el año 1862 los 26 mártires se santificaron, convirtiendo a San Felipe de Jesús como el primer santo mexicano.
En Cuernavaca se encuentra un mural que lleva el nombre de “26 mártires de Nagasaki” en el interior de la catedral. Este murar se realizó poco después de la crucifixión. Se puede observar una nota en la cual se menciona al “ EMPERADOR TAICOSAMA”. Este mural es muy interesante para conocer la impresión de los japoneses sobre los mexicanos en esa época.
Traducción japonesa
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