lunes, 2 de marzo de 2009

El cristianismo y el aislamiento nacional

“Historia del Japón a través de cinco encuentros con México”
Por Maestra Tokiyo Tanaka Nishiwaki, UNAM.

No.5 El cristianismo y el aislamiento nacional

El tercer gobernante, llamado IEYASU, tomó el poder después del segundo gobernante, que había sido HIDEYOSHI: IEYASU fue uno de los vasallos más poderosos de éste.

Al principio, la política de IEYASU fue idéntica a su antecesor, pero a medida que el cristianismo avanzaba y se propagaba sintió peligrar su soberanía.

Cuando volvió al Japón la delegación japonesa enviada a la Nueva España y a España después de seis años, se encontró con la novedad de que la religión cristiana había sido prohibida. HASEKURA, el representante de la delegación, estaba obligado por las circunstancias a renunciar a la religión católica, a la que se había convertido en su visita a la corte española. Hasta la fecha no se sabe nada de su destino después de su regreso a Japón. Hay una versión de que lo mataron inmediatamente después de su llegada para que nadie se enterara de que él había conocido el mundo cristiano.

En 1636 se les prohibió a los japoneses salir de su país o retornar si ya vivían en el extranjero. También se les prohibió construir naves lo suficientemente grandes como para poder llegar a países extranjeros. Solamente se les permitió la entrada a los comerciantes holandeses a la pequeña isla en el puerto de NAGASAKI, los cuales eran protestantes y cuyo interés era exclusivamente el comercio, y no la introducción de su religión. También se les permitió la entrada a esta isla a los coreano y a los chinos. Estos hechos fueron el inicio del aislamiento nacional del Japón al mundo exterior.

En 1637 más de 20,000 campesinos cristianos hicieron una rebelión en contra de su señor feudal en el sur de NAGASAKI. El gobernante IEYASU se vio forzado a mandar a más de 120,000 soldados –o sea, más de seis veces la cantidad de los campesinos cristianos que hacían la revuelta- y tardaron más de tres meses para poderlos acabar. La fuerza espiritual que los cristianos demostraron para poder resistir causó una gran preocupación en el gobernante IEYASU, hasta llevarlo a decidir el aislamiento nacional del mundo exterior para siempre.

A pesar de que el aislamiento no duró eternamente, IEYASU, a diferencia de sus predecesores, logró estabilizar la situación política y transmitir el mando a sus herederos, que continuaron ocupando el puesto de gobernante máximo durante más de dos siglos y medio. Por ello, a este período histórico se le conoce con el nombre de esta familia: “el período TOKUGAWA”.

IEYASU encontró útiles las teorías del gran sabio neoconfuciano para apoyar su esfuerzo para estabilizar al país. Según la teoría neoconfuciana, la sociedad estaba dividida en cuatro clases: los gobernantes guerreros, los campesinos, los artesanos y los comerciantes. La función de los últimos era considerada básicamente parasitaria, colocándolos así en lo más bajo de la sociedad. La clase superior de los guerreros tenía prohibido en teoría el matrimonio con las clases inferiores.

No hay comentarios: