“Historia del Japón a través de cinco encuentros con México”
Por Maestra Tokiyo Tanaka Nishiwaki, UNAM.
No.6 El período TOKUGAWA: Nacimiento de la arte popular.
Los TOKUGAWA triunfaron completamente, alcanzando la estabilidad política que buscaban. Mantuvieron condiciones de paz absoluta en el período comprendido entre mediados del siglo XVII y mediados del XIX. Sin embargo, la tranquilidad y el orden no necesariamente obstaculizan el cambio. Así, a finales del período TOKUGAWA, Japón ya era un país muy distinto del que había sido a principios del siglo XVII.
Por una parte, había ocurrido un gran aumento en la productividad agrícola. En otros campos económicos también se dio un continuo desarrollo de la tecnología junto con un aumento en la producción, lo que provocó que el comercio avanzara a zancadas. Dos razones fueron las causantes principales para este rápido aumento del comercio. Una de ellas fue que todas las grandes ciudades constituyeron una gran zona de libre comercio. La otra razón fue que el sistema de “asistencia alternativa” requería que todos los feudos dominados pagaran los gravosos viajes anuales de su señor feudal a EDO –actualmente la ciudad de Tokio- y de regreso. Para poder obtener los fondos necesarios había que producir un excedente de arroz, o de otro producto especializado, o productos manufacturados para venderlos en el mercado nacional.
Así, aunque Japón se encontrara políticamente dividido a la manera feudal, estaba económicamente unido, y permitió el desarrollo de las instituciones económicas apropiadas para una economía unificada. La economía quedó bajo el control de la moneda.
Aunque los comerciantes integraban en su filosofía la más baja de las cuatro clases, en la realidad llegaron a desempeñar funciones de gran importancia. A pesar del predominio numérico del campesinado, y de la supremacía política de la clase SAMURAI, fueron los mercaderes de las ciudades los que constituyeron el elemento dominante en la cultura TOKUGAWA. Los barrios de diversiones se convirtieron en centros de la vida social. Allí acudía tanto el fatigado hombre de negocios como el SAMURAI “parrandero”, los cuales iban en busca de un libre contacto con las mujeres. Éste fue el trasfondo del desarrollo –en tiempos más o menos modernos- de la GEISHA: la entretenedora profesional. La literatura, y el general todo el arte de la época, giraron hasta un grado sorprendente en torno de estos barrios de diversiones.
Tanto el teatro de la época, así como la novela, reflejaron los gustos de la clase comercialmente urbana. En el siglo XVIII se desarrolló un teatro de títeres y, paralelo a él, una nueva forma dramática conocida como KABUKI. Ambas formas artísticas siguen con vida hasta la actualidad. El HAIKU era la forma poética más popular del período TOKUGAWA, y se prestaba para lucir el refinamiento de una población urbana.
Un nuevo arte popular, UKIYO-E, llegó a implicar sencillamente la moda actual. El desarrollo de la imprenta hizo posible reproducir muchas copias de cuadros UKIYO-E que tenían color, y venderlas a precios razonables. El tema fue al principio de actores célebres y de mujeres bellas, a veces con toques eróticos. Pero después se popularizaron escenas hermosas y así se volvieron las precursoras de la tarjeta postal.
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